lunes, 11 de mayo de 2009

Un Cuento de Nada

El cuento no sabía de que podría tratar, había en su pensamiento dos mil planes para realizarlo y sin embargo ninguno se puede plasmar en una historia lineal, no sólo eso, le habían dicho que tenía buen ritmo narrativo y que hasta mantenía un nivel de creatividad digno de los locos, (cuando mencionan locos es porque la definición de un loco es la definición de alguien que su sabiduría no es suficiente para hacer entender al mundo que lo rodea y viceversa), el cuento estaba desesperado, lleva días maquinando como poder encontrarse con la inspiración, anda buscando señales por todo el universo sobre su tema, nació cuento tiene que acabar como cuento, no hay más: inicia con una presentación de los personajes, hay un nudo, lo resuelve y todos son felices para siempre, o por lo menos las últimas horas del día, (cuando mencionan las ultimas horas del día es a los minutos que sobran, que están ahí pero que no se produce nada, los minutos, por ejemplo, entre que uno se acuesta y se queda dormido, pueden ser 79 segundos o  tres horas, el asunto es que esos minutos se guardan al resto del día y en el momento de la muerte se hace inventario del tiempo que uno no hizo nada, por nada se refiere a los momentos en que ni siquiera uno se puso a divagar por los océanos de la mente y la imaginación, hay quién tiene solo charcas por mente, hay quien tiene el mar del norte embravecido por las tormentas polares) esas últimas horas del día donde la desesperación llega, el cuento no termina de darse por vencido, ha buscado personajes, como si saliera a buscar vagabundos que quieran trabajar de ejecutivos en algún banco, como lobos que quisieran pastar con el rebaño para protegerlos de los pastores, el cuento vaga por la ciudad e incluso por el campo, no encuentra ni paisajes ni personajes, mucho menos la historia de su vida, el tiempo se acaba, si por lo menos pudiera encontrar una sucia trinchera llena de muchachos disfrazados de soldados que pudieran morir en una batalla inútil y contar algo interesante mientras gritan por sus madres y sus novias, pero ni siquiera eso, ni el asqueroso lugar común de todos los aficionados acerca del amor, ni un mal beso entre un par de colegiales que intentan quitarse el abrigo de la virginidad o el pudor público de abrazarse en medio de la plaza de armas, mucho menos un ave que no quiere volar, el cuento está sentado en un café, ¿qué puede hacer? Y ¿qué haría si pudiera? El tiempo sigue corriendo, lo que resta del día… el cuento se consuela pensando en que pudo ser peor, pudo tratarse de una película o de una novela por lo que su vida duraría horas y hasta semanas, se consuela pensando en que pronto terminará la tortura de no saber qué historia contar, ya que nunca estuvo, lo reconforta saber que pronto va a dejar de existir, …, …, …, …, …, …, 

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