lunes, 16 de abril de 2012

Lupita D’Alessio vs William Levy o por quién votan los mariachis.


La diferencia entre un silogismo y un sofisma es tan corta que fácilmente se confunden. Un ejemplo típico de silogismo: Firulais es perro; todos los perros tienen cuatro patas; por tanto, Firulais tiene cuatro patas. Fácil, ¿no? Volvámoslo sofisma: Firulais tiene cuatro patas; todos los perros tienen cuatro patas; por tanto, Firulais es perro. La posibilidad de que sea gato o caballo de carreras queda engañosamente eliminada.

                Pero como ese es un ejemplo para parvulitos, hagamos uno para mayores de edad. Josefina es mujer; Josefina es pendeja; por tanto, todas las mujeres son pendejas. ¿Sofisma o silogismo? Queridas doncellas, no os ofusqueis. Va de nuevo: Enrique es guapo; Enrique es pendejo; por tanto, todos los guapos somos pendejos. Está claro, ¿no?

                Como diría una frase sabia: votar por Josefina porque es mujer es tan pedejo como votar por Enrique porque es guapo. Hay una cosa segura en todo esto: esta elección la deciden las mujeres. Y cuidado con caer en un sofisma por esta última declaración. Eso de usar una característica generica vende mucho, y vende bien. Si, además, la característica sólo es a causa de la apariencia, entonces no hay más qué decir. Josefina dice cosas como: presidenta con falda, pero con muchos pantalones. ¿Acaso los pantalones desacreditan a las faldas o las faldas a los pantelones? Y Quique usa frases como: encopetizate. Que viene a ser algo como: llegó el momento de ser todos guapos. Los mariachis, que piensan en las mujeres con despecho y no son guapos, ¿por quién votarán? Si lo única propuesta de campaña es esa, que pongan a la D’Alessio contra William Levy y dejamos de intentar parecer intelectuales. Que una cante y que otro baile. En el colmo de los figurines, siguiendo el modelo Sarkozy, a Quique le consiguieron a una novia farandulera; como la Bruni ya estaba apartada, lo que quedó fue una gaviota. Parece que con eso alcanza: un novio con copete y una novia encopetada. Josefina con falda y muchos pantalones; Quique con pantalones y muchas faldas.

                Visto lo visto, también yo quiero orquestarme mi propia campaña. Como de lo que se trata es ser mayoría fingiendo ser minoría, puedo ser el candidato de las “capacidades diferentes”. Mi lema de campaña: Marchemos sin tropiezo y con paso firme. Dependiendo del sector en turno, puedo utilizar frases secundarias. Para las que aplauden a Quique, algo como: Los feos somos más agradecidos; o: menos copete y más corazón. Para las amigas de Josefina: Nunca más un golpe con mi mano izquierda. Para los amigos del Señor López: Échame la mano que me falta; o: tu izquierda fortalecerá la mía.

                Y como no es cosa de discriminar a nadie, también tengo que hacerme una plataforma política para mis amigos mariachis. Para ello, apliquemos el sistema Sarkozy. Como es mundialmente conocida mi debilidad por las italianas, y a la Bruni ya me la ganaron, me pido a Monica Bellucci. Así, podré hacer mi slogan para mariachis usando una frase que ellos conocen muy bien porque antes lo ha usado el ídolo popular Martín Urieta: Monica no te canta, te encanta.

                ¿Quién de ustedes me presta una casa de campaña?  Mis renovadas necesidades bucólicas la requieren.