domingo, 27 de junio de 2010

Crónica en Verde

Supimos, por los reportes de la prensa, que el equipo contrario estaba verdaderamente presionado. En su última rueda de prensa, el técnico se notaba incómodo, molesto, sin la apertura que lo caracterizaba. Lo mismo los jugadores. Para nosotros era un juego tranquilo, sólo teníamos que preocuparnos un poco por su mejor jugador, el centrocampista que ya estaba en la recta final de su carrera y que seguramente no soportaría todo el partido y un joven delantero de buenas cualidades. Tal vez por algún otro, pero nada de cuidado. Por lo demás, nosotros teníamos al mejor jugador del mundo y él solo podía ganar el partido, pero, por si eso no fuera suficiente, teníamos 3 ó 4 más, capaces de resolverlo sin problemas.

El juego empezó sin contratiempos. Nos sorprendió que en los primeros minutos hubiera una propuesta ofensiva de ese modesto equipo e incluso un tiro de larga distancia que cimbró el travesaño por parte de un medio campista. Para su infortunio, minutos después, también nosotros disparamos, su portero soltó el balón en la salida, contrarrematamos y marcamos el primero. Cuando Bautista remató, estaba en posición adelantada, pero el árbitro no se dio cuenta y, después de discutir un poco con el auxiliar, terminó por decretar válida la anotación. Nosotros no teníamos la culpa del error de su portero ni mucho menos del error del árbitro, así que ganábamos 1-0 y nos esperaba un juego aún más tranquilo de lo presupuestado.

Antes de que terminara el primer tiempo, otro error de la defensa de los pobres argentinos. Heinze, producto del nerviosismo, da un pase equivocado que llega a los pies del Chicharito que entra de frente al área y termina por anotar el segundo. Se nota una gran desconcentración en el equipo argentino, incluso empiezan a salir las amonestaciones a causa de la impotencia. Y así termina el medio tiempo, mientras Tévez ha orbitado sin poder tocar una pelota en el medio campo y sin tener plena idea de la función que tiene que cumplir ni posibilidades para realizarla. Pobrecito.

Aunque Blanco ha estado muy bien controlado, salimos al segundo tiempo con el partido resuelto. Además, en los primeros minutos del complemento, otra vez aparece Bautista. Tira desde fuera del área a pesar de la marca y hace un disparo fantástico que deja sin oportunidad al portero y termina en un gol hermoso. Luego, para tener por completo el control del partido, nos tiramos atrás, les regalamos el medio campo y dejamos que hagan su juego esperando un contragolpe.

En una buena jugada, Higuaín logra darse una media vuelta y sacar un potente disparo que termina en las redes. El Conejo sólo es un espectador de un tiro soberbio. Para no correr más riesgos, reforzamos la defensa con Márquez mientras ellos meten al campo a Agüero y a Maxi Rodríguez. Aunque a Argentina le queda un cambio, Maradona no se atreve a meter a Messi para tratar de generar algo a la ofensiva que, a pesar de ser el más veterano, tal vez podría provocar opciones de gol en los 10 minutos que faltan. Al fin no pasa nada más y México le gana una vez más a la Argentina, esta vez con un contundente 3 a 1.

Nosotros festejamos el cumpleaños número 23 de Blanco con una victoria fácil y nos preparamos para enfrentar a Alemania; Maradona sale a dar entrevistas a su televisora para aplaudir el esfuerzo de sus jugadores. Verón habla de la impotencia que le causa no haber podido hacer historia con su selección y Agüero llora desconsolado.

Dicen que el fútbol da revanchas. Ya veremos. En tanto, México ha vuelto a derrotar a Argentina en octavos de final y, aun sin jugar como nunca, hemos ganado, como siempre.