lunes, 27 de octubre de 2008

Volver a la vieja escuela abandonada

Siempre y cuando las paredes quieran recordar, a veces oyen las clases, otras algún grito de un niño, o dos o tres mil jugando... Aún cuando las paredes recordaran, no saben cuanto tiempo ha pasado, hace cuanto se fueron los niños, cuando el último director, cuando fue que el conserje y su familia habían decidido dejar de vivir ahí, pues la nostalgia y los fantasmas pesaban mas que sus propios límites. Pero eso no lo saben las paredes, y no lo sabrán nunca, pues están condenadas a permanecer ahí. Solas, llenas de candados, llenas de ruidos, llenas de silencios... Y aunque los días fueran tristes y las noches un poquito más, en aquella escuela abandonada, donde las paredes recuerdan, todavía se oye, muy de vez en cuando el grito de uno o dos o tres mil niños jugando... Se dice que los gritos de tantos niños pasados están destruyendo las paredes...

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