domingo, 1 de junio de 2008

Llamadas anónimas

Las notas aclaratorias anteriores han causado mucho más suspicacias que las ya existentes. Para muestra un botón. Me llama cierta señorita, que en un acto de bondad su nombre no revelaré, y sostenemos la siguiente conversación telefónica. — ¡Óyeme, cabrón! ¡Tú nunca me has dicho si yo soy inteligente! — ¿Ah, no? — Estoy sorprendidísimo. — No, nunca. ¿Qué significa eso? — No sé, ¿tú qué crees que signifique? — Mi curiosidad transluce una sinceridad pasmosa. — ¡Ash! ¡Estás más naco que nunca! —Y colgó. Sospecho que puedo borrar su número de mi directorio sin culpa alguna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario