jueves, 4 de agosto de 2011

Instrucciones para dejar de escribir III. Prender la compu

La verdad tiene que ser dicha, mentirme a estas alturas ya es cobardía. Prender la computadora ya no es el ritual romántico de meter un papel en la máquina de escribir de antaño - esperando que lleguen las musas - ni tampoco tomar una pluma y una libreta es el acto completo de escribir si quieres ser leido, porque de todas maneras todo lo que has escrito de puño y letra habrás de pasarlo a la PC, porque ningún editor te va a recibir (y ni pensemos leer) con esa pinche letra. Hoy prender la computadora es un ritual muy distinto. Es una especie de viacrucis con nueve estaciones (por lo menos) que reducen el tiempo real de escritura – pura y dura – al ridículo. Aceptémoslo, usar una computadora sin internet es tan divertido como mirar infocomerciales de 30 minutos. Al principio te puede interesar, pero a los 5 minutos cualquier excusa es buena para hacer otra cosa. Sacarse un moco es más interesante. Entonces, sentarse “a escribir” (con reloj en mano) hoy significa:
  1. Prender la compu y esperar a que cargue todos (toooodoos) los programas. Mirar la pantalla mientras el sistema se actualiza (lo que hace 4 veces a la semana... de verdad necesita tantas pinches actualizaciones?) Que te avise que el antivirus lleva ya 348 días inactivo y que tu computadora (va a valer madres) está en riesgo. Tiempo aproximado: 3 minutos
  2. Conectarse a Internet. Esperar que el Messenger se cargue y nos avise que tenemos 14 mensajes nuevos en nuestra bandeja de entrada. Tiempo: 9 segundos
  3. Abrir el Messenger y checar quien está conectado. (generalmente nadie interesante, siempre los mismos) y de los 329 contactos que tienes, a 317 no les hablas ni alcoholizado. La mayoría siquiera sabes quienes son. De cualquier manera es el ritual. Tiempo aproximado: 20 segundos
  4. Abres tu bandeja de entrada de Hotmail. Tiempo: 8 segundos
  5. Checas que, otra vez, nadie te ha escrito, borras las cadenas pendejas que ya leíste y mandas al carajo la publicidad. Tiempo: 30 segundos
  6. Pero eso sí, te lees las pinches cadenas de chistes y las que no te habías leído (que ya son pocas), abres el link de ese video, te lo chutas, luego abres esa presentación.ppt y también te la chutas y luego le pones REENVIAR y lo mandas a la pinchemil-bola de pendejos que tienes en tu lista para que ellos también (se chinguen y) los abran. Tiempo aproximado: 20 minutos
  7. Si por alguna razón muy extraña, tienes un correo escrito especialmente para ti, de esos en los que tu eres el único destinatario y que tienen tu nombre de pila al principio y te los escribió alguien que sí conoces y que se despide diciendo Saludos o besos o abrazos o pellizco en la nalga… entonces no lo dudas y le contestas. (pero como eso es muuuuy raro, casi no mereció inciso ni mención de tiempo)
  8. Checas la carpeta de Spam, por aquello de las cochinas dudas y compruebas, por centésima vez, que sí funciona y que no, aquella editorial, la oferta (real) de trabajo, aquella vieja que te prometió escribir no han ido a parar ahí. Tiempo: 20 segundos
  9. Abres tu correo de Yahoo y de Gmail (si los tienes) y repites los incisos del 4 al 8. Tiempo: 12 minutos.
  10. Al final, como cereza del pastel (y sólo al final por que la culpa no te dejaría hacerlo desde el principio) los Dioslosbendigaporexistir (y con ustedes…. Taran taran…) ¡Facebook!!! y ¡Twitter!!! Esas plataformas que, aunque te duela aceptarlo se han convertido en tu única forma de socializar… Donde pueden pasar dos cosas:

a) No hay nada nuevo

Es decir:

  • a.1) No hay fotos nuevas de “tus amigas” las mejorcitas
  • a.2) No hay links buenos para seguir
  • a.3) De ayer a hoy nadie quiere ser tu amigo ni nadie nuevo te sigue.
  • a.4) Tu granja está igual de jodida y sigues siendo pobre (también) en el mundo virtual.
  • a.4) Nadie ha publicado nada en tu muro, no hay notificaciones para ti y la bandeja de twitts está llena de frases como: "Estoy comiendo", "Estoy cagando", "La vida es maravillosa y vale la pena ser vivida", "Nadie sabe para quién trabaja", "El mundo es una mierda y el presidente es un pendejo". Y demás cosas sin importancia, pero más bien sin trascendencia ni contextualización. El nuevo mundo del twitt.
  • a.5) De todas maneras, respondes uno que otro, le das me gusta a otras tarugadas aunque no sea cierto y pendejeas un rato enterándote de la vida de gente que ni le importas ni te importa (demasiado… si no para que...)
  • a.6) Y posteas alguna de las frases célebres que te brincan en la cabeza (igual de idiotas) para que otros, que tampoco les interesa, igual comenten. Tiempo mínimo (de todas maneras) 40 minutos.

O bien:

b) Música para tus ojos:

  • b.1) Tres personas quieren ser tus amigos, los aceptas y visitas sus perfiles para ver quien chingaos son.
  • b.2) Las dos ex-compañeras más sabrosas de la ex-preprimaria han subido fotos de sus últimas vacaciones en la playa y sólo son 514… Las miras todas.
  • b.3) Tu vieja te etiquetó en 14 fotos de la última borrachera y te pones a re-etiquetar, comentar y contestar los mensajes.
  • b.4) 4 personas han publicado algo en tu muro. No importa que, comentas.
  • b.5) 3 políticos que ni conoces twittean su último hallazgo mental, su última estupidez, su descubrimiento del agua tibia y te enfurece. Lo retwitteas y comienza la chorcha.
  • b.6) Etc, etc, etc… Tiempo: toda la puta tarde y el resto de la noche.

Para ese momento, tu “tiempo sagrado de escritura” se ha vuelto una estúpida ilusión. Faltó mencionar los tiempos para leer las noticias, checar el blog, Youtube, chatear con tus (tres) amigos y el demás chingo de pendejadas que ofrece Nuestra madre Internet. Cuyo único hijo muy amado, Google, ya no está sentado a la derecha del padre, sino de Facebook. Si tienes suerte, si los astros se alinearon y tu vieja se fue a cenar con sus amigas, tal vez (quizás) tendrás 20 minutos reales para borronear eso que querías escribir, aunque a veces (casi siempre) ya no queden ganas, ni inspiración ni nada… y entonces, lo dejas para mañana.

Vargas Llosa estaría orgulloso.

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