miércoles, 12 de enero de 2011

Amor en miércoles

Tengo una novia. Bueno, en realidad no estoy seguro si la tengo porque hoy es miércoles y es 12. Ya pasaron las fiestas y hasta los reyes magos y, después de la festividad, sobreviene la resaca. Incluyendo que, aun en esos días, puede haber indicios de tormenta.


Mas yo, que soy un fiel observador de las leyes de la naturaleza, he determinado que ante eso hay un ciclo que se cumple y que, si lo sigo a carta cabal, puedo tener una vida tranquila.

El ciclo es como sigue:

- El lunes, me quiere. Esto porque el inicio de semana la llena de buenos deseos y le parece que soy un pilar fundamental en su vida.

- El martes, no. Debido, sencillamente, a que es martes. Lo cual no requiere ninguna explicación.

- El miércoles, no sabe. Este día, porque el cine es a mitad de precio, se llena de dudas. No sabe si soy la persona correcta en su existencia, si va a soportar mis discursos aburridos y que la denuncie en un blog el resto de su vida. Hoy es miércoles, por eso tengo tiempo de escribir esto en lo que ella hace un examen de conciencia.

- El jueves, me odia. Obviamente, a causa del miércoles. Ha decidido que soy lo peor que le ha pasado en la vida. Que es mejor estar sola y no tener que pelear con un palurdo insensible como yo. Me lo ha dicho a través de un mensaje de texto que termina con la sentencia: y no se te ocurra volverme a buscar.

- El viernes (por la mañana), saca espuma por la boca. Me llama al medio día para decirme: Imbécil, llevo esperando desde ayer que me busques y tú como si nada. Qué te crees, que puedes jugar así con mis sentimientos. 45 minutos después quedamos de vernos por la tarde.

- El viernes (por la tarde), me expone, primero furibunda, luego con serenidad, por último entre sonrisas, sus filosóficos motivos de los días precedentes.

- El viernes (otra vez, pero por la noche), he pedido perdón por mi culpa, mi culpa, mi culpa y nada más que mi culpa. Ella, magnánima como es, me ha perdonado. Aunque demasiado tarde para llegar al sexo.

- El sábado, no sé lo que siente, aunque sé lo que siento yo. Ambiente festivo, escapada a un lugar cercano, sonrisas, fiesta nocturna, promesas de amor, sexo desenfrenado. Lo sé, soy un egoísta. No me he preocupado por descubrir los sentimientos de este día, no basta que la hayamos pasado tan bien.

- El domingo, resacas y culpas. No sabe qué le pasó. Está segura de quererme, no tengo por qué dudarlo. Planes para el futuro. Cómo decirle que no me gustan los gatos.

Todo esto se cumple religiosamente con las siguientes excepciones:

- La hora del día en cuestión.

- Que sobrevenga su periodo menstrual.

- Que su mejor amiga le pregunte si está segura de estar conmigo.

- Si su mamá le hace ver que no soy bueno con los niños.

- Si es enero o si es 12. O ambas.

- Todas las anteriores.

- Varias combinaciones.

- Ninguna de las anteriores.

La lluvia, el clima, la edad, el estrato social o el país de procedencia también pueden influir. Aunque no estamos aquí para meternos en complicaciones.




5 comentarios:

  1. Jajajajajaja. Me parece que conozco a tu novia...

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  2. Mira Babucho, no me causo gracia y recuerda que solo te quiero a las 10 de la mañana.

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  3. yo soy tu novia!!!!!!!

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  4. Yo solo digo lo siguiente:
    - No se quien es tu novia.
    - A cualquier persona que te diga "Babucho" y además, así, con B MAYUSCULA, yo la apoyo y apruebo.
    - Propongo que esa persona que se dice "tu novia!!!!!!" exponga sus generales, pues es de gente llevar un nombre.
    - Sería un detalle de buen gusto que, ahora tú Babucho, escribas la bonita historia de como la quieres tú a ella cada día de la semana.
    - Ya por último, solo me queda decir lo siguiente a manera de vociferación en este blog: BBAABBUUCHOOOOOO!!!!!!!!

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  5. Buenísimo el post!!! El género femenino, ya se sabe, ni con ellas ni sin ellas...

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