lunes, 22 de junio de 2009

La Neurosis

Siempre que escribo, doy unas vueltas, de hecho nunca escribo con la intención de los que tienen talento, estúpidamente sólo escribo cuando me inspiro y eso, queridos, es esperar a que esa señora celosa llegue al cuarto y me encuentre en la cama con otra, por eso yo nunca escribo con la disciplina propia de quien quisiera ser leído por multitudes furibundas…

Estoy sentado en el café, algo nervioso, volteo al reloj casi tan rápido como me fijo en la entrada del café, en algún momento llegaras, los nervios se calmaran como se compone el semblante de una oveja cuando llega el lobo, tomo otro trago de café y prendo otro cigarro, no sé el número de veces que lo he prendido, tampoco me preocupa, abro el libro que estoy leyendo, como si pudiera entender algo de la trama, por supuesto, sólo estoy pendiente de una cosa: de tu entrada en el café, con una sonrisa…

Sigo esperando, francamente en estos momentos, me importa un bledo el mundo y sus desamores, así te espero se qué vas a llegar, tarde o temprano, me gusta imaginar que vienes de jeans y de playera, observo por primera vez el lugar, está casi repleto de clientes, desde ese que trae a la secretaria disfrazada de amante hasta esos chicos que vienen a ver como se ligan a su amiga, ha pasado un buen tiempo, te espero y me invade una terrible angustia: ¿y si paso algo? ¿si me hubieras necesitado en la esquina? Por si acaso me asomo por una ventana, nada, todo tranquilo, aprovecho para voltear a ver una mesa…

Yo supongo muchas cosas de la vida, no creo que estemos parados en un lugar tan especial, ¿no lo han pensado? Porque habría de ser un lugar especial que sólo es el tercer planeta de un sistema de nueve planetas y una estrella, hay millones de estrellas por todo el universo, por si fuera poco, somos millones de seres vivos en el planeta, ¿de donde saca el ser humano que es el más importante? ¿cómo saber si lo es?, el mundo se está perdiendo y nadie hace nada, sólo se quejan… Carajo no llegas, llevo casi toda la tarde esperándote, no sé donde estás y no sé nada de ti, mientras tanto prendo el último cigarrillo y pido el último café, con esa cantidad de toxinas en mi sistema, es natural que mis nervios se hayan calmado y el ligero temblor de pierna se haya detenido; por fin pido la cuenta, ya sé que no vendrás hoy, es lógico ni siquiera te había citado, hace meses que no te veo y así está bien, ni siquiera el café está en tu camino a casa y eso está mejor, ya vendré mañana a ver si llegas, a ver si me invade toda la tarde la misma angustia de esperar a que entres por el café … maldito oriente medio, maldito Bush, maldito Obama, maldito Papa, malditos judíos, malditos nazis, bendita neurosis y sus jaleos sólo lo preocupan de más a uno, la economía no va bien, los senadores se pudren en sus asientos, los partidos políticos son un fraude, el presidente un imbécil, la oposición una partida de idiotas y yo dejé propina de más.

1 comentario:

  1. Oyee!! este ya lo había leído!! Es de los que llevabas el día q te quedaste en el teorema y nosotros fuimos a desayunar!!

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